Más de 11 millones
de vehículos transitaron por la nueva vía expresa Línea Amarilla, que conecta
nueve distritos de la capital, entre El Agustino y El Callao, durante su primer
año de operaciones. Los limeños eligieron esta vía moderna, rápida y segura, para
acortar distancias y ahorrar tiempo. “Nuestro compromiso
es asegurar la fluidez del transporte, con servicios que garantizan la
seguridad vial de nuestros clientes. Y, en estos doce meses, nuestro principal
resultado ha sido reducir los tiempos de viaje. En promedio, un vehículo
recorre los nueve kilómetros de la vía en nueve minutos, es decir, un minuto
por kilómetro. Nuestros clientes no solo ahorran tiempo que pueden dedicar a su
familia, sino también costos de operación vehicular, gracias al alto nivel de
servicio de las vías a nuestro cargo”, destaca Laurent Cavrois, Gerente General
de LAMSAC - VINCI Highways.
LAMSAC cuenta con
un Centro de Control de Operaciones que monitorea la Línea Amarilla con más de
100 cámaras, las 24 horas del día, durante todo el año. Ante un accidente o
siniestro, su equipo de Monitoreo y Auxilio Vial pone en marcha los protocolos
para atender eficientemente a los usuarios de las vías y reportar a la Policía
Nacional del Perú en caso sea un hecho delictivo. A la fecha, se han
registrado más de 5,000 atenciones a clientes, frente a contingencias como
choques, despistes o fallas mecánicas. Además, LAMSAC ha atendido dos
incendios, uno de ellos ocurrido al interior del túnel, evento que fue
contralado en menos de ocho minutos, cumpliendo así con los más altos
estándares de seguridad vial.
Para asegurar la
transitabilidad por la Línea Amarilla, LAMSAC también se encarga de la gestión
de los desperdicios que puedan obstruir la vía. De esa forma, durante el primer
año de operaciones de la nueva vía expresa, ha recogido 160 toneladas de
basura.
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